La Amazonia tiene un clima ecuatorial, es decir, cálido (24-28º) y húmedo con abundantes precipitaciones durante todo el año. De hecho, es uno de los más lluviosos del mundo y no hay muchas variaciones estacionales. Así pues, el factor determinante si estamos valorando cuándo viajar a la
Amazonia no es el clima sino el estado del río.
En el río Amazonas, hay dos temporadas: una creciente y otra decreciente. De diciembre a mayo, las aguas del río van en ascenso y alcanzan su punto de mayor caudal. De junio a noviembre, el caudal desciende y muchas zonas del río dejan de ser navegables.
Lo que se puede resumir que tenemos épocas de lluvias y otra de muchas más lluvias.
Dependiendo del tipo de experiencia que estemos buscando, tendremos que escoger una época o otra.
Si preferimos poder navegar por el río y sus afluentes y descubrir especies de flora y fauna amazónica, nuestra temporada es la creciente.
En cambio, si el objetivo del viaje es poder adentrarse hasta el corazón de la selva andando y poder practicar actividades como la pesca, lo mejor es ir durante la temporada decreciente. Eso sí, las temperaturas en esos meses pueden superar los 37º!